En una oportunidad el Señor Yahshua estaba en Capernaum y se le acercó la multitud que había sido alimentada por él. Al verles el Señor les dijo: "De cierto, de cierto os digo que me buscáis no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis"
¿Por qué les dijo esto?
En tiempos del Señor había dificultades para acceder a los alimentos. Difícil era conseguirlos. Por eso alimentó a la enorme multitud (algunos dicen que podrían haber sido unos quince mil) el día de la predicación del sermón del monte, sacando comida de una canasta que solo tenía cinco panes y dos peces (Juan 6.9).
Luego de ese momento el Señor les dice que ellos aún no han comido el pan de Dios, y dice que él es el pan de Dios. “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo, si alguno comiere de este pan vivirá para siempre” (Juan 6:51). Estas palabras del Señor provocaron una reacción entre quienes le escuchaban y dijeron: ¿Cómo puede este darnos comer su carne?
Esa es la típica respuesta de quien no ha comprendido la verdad espiritual, que representa el Señor Yahshúa. Esta es la misma situación que vemos cuando Nicodemo le respondió al Señor: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? (Juan 3.4)
Aquella multitud que buscaba al Señor para que le diera alimento, debía reconocer en las palabras del Señor “… y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo”. (Juan 6.51). Reconocer una verdad espiritual en medio de un mundo natural acosado, es quizá difícil. Es así pues que nuestro mundo se debate en cómo conseguir comida natural, y para nada medita en lo que significa, que el Señor Yahshua sea el pan vivo que descendió del cielo.
La gente dice: <Dios tiene que ayudarnos> … Y ¿por qué? ÉL ya nos ha ayudado, cuando envió a su verdadero pan. El mismo Señor le dijo a Satanás: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4.4). Porque el Señor es “La Palabra”. Esto es la que el mundo no ha entendido. Yahshúa es la verdadera comida, porque él es el pan del cielo que alimenta para siempre.
Entender al Señor Yahshúa como el pan del cielo es sencillo. Pero las gentes van por el pan del mundo, que de seguro es más complicado. Y en el camino aceptan todo tipo de doctrinas, con tal de alimentarse. El Señor le dijo a aquella multitud: “ustedes no me siguen por las obras que he hecho entre ustedes, sino porque tienen hambre y yo les alimenté” (Juan 6.25). Es lo mismo que ahora. En medio de esta situación terrible la gente dice: “Dios tiene que ayudarnos”. Luego una vez comidos, ya Dios no importará más. Y volverán a lo mismo.
A pesar de ignorar a Su Hijo, el padre Yahweh (Alabado sea su Nombre) no nos abandona, y nos da pan del mundo, aunque nuestra verdadera necesidad, la que requerimos para vivir eternamente con Él, sea del pan del cielo, que es el Mesías. Seguiremos yendo a la otra orilla, a buscarle para que nos alimente, mientras estemos cómodos con eso. Pero si perdemos esa comodidad, entonces reaccionaremos con violencia hacia él y le menospreciaremos, como siempre hacemos.
Hablándoles el Señor de la necesidad de” comer su carne”, ellos dijeron: “Dura es esta palabra, ¿Quién la puede oír?... y desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
¿Así harás tú? ¿Le buscaras por el alimento que es devuelto a la cloaca, o comerás del único alimento que lleva a la vida eterna?
Yahshúa es el verdadero pan del cielo.
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